Pendragon: The Fall of Roman Britain (COIN)

�Porque el fuego de justa venganza, causado por antiguos cr�menes, ardi� de mar a mar, amontonado por la banda oriental de hombres imp�os; y al devastar todas las ciudades y tierras vecinas, no ces� despu�s de encenderse, hasta que quem� casi toda la superficie de la isla, y lami� el oc�ano occidental con su lengua roja y salvaje. [�]�

Gildas (De Excidio Britanniae, Parte I. 24)

El volumen VIII de la serie COIN de GMT nos transporta a los siglos IV y V d. C. y a la beligerante isla de Britania. Pendragon - La ca�da de la Gran Breta�a Romana cubre un siglo de historia desde las primeras incursiones a gran escala de los invasores irlandeses, pictogramas y sajones, hasta el establecimiento de reinos sucesores, tanto celtas como germ�nicos. Este suntuoso volumen adapta el c�lebre motor COIN asim�trico para representar las luchas pol�ticas, militares, religiosas y econ�micas de la Edad Media brit�nica.

Envuelta en neblinas de mitos y leyendas, esta historia tan fundamental para muchos grupos nacionales ha sido objeto de muchas narrativas e interpretaciones diferentes. La visi�n victoriana tradicional de la brutal y violenta conquista de la Gran Breta�a romana y celta por parte de invasores y asaltantes anglosajones choca ahora con los puntos de vista hist�ricos modernos que van desde la continuidad de las rivalidades tribales hasta la convivencia y aculturaci�n cuasi pac�ficas.



Pendragon aprovecha la tremenda flexibilidad del sistema COIN, desde eventos duales hasta enfoques diferentes y condiciones de victoria, para capturar la complejidad del periodo y dejar que los jugadores exploren narrativas alternativas. A diferencia de los vol�menes anteriores, Pendragon no trata de la contrainsurgencia per se, sino que se centra en los enfrentamientos asim�tricos entre las autoridades romano-brit�nicas y los poderes b�rbaros que caen sobre el cad�ver del Imperio Romano, entre ellos:

-Los asaltantes b�rbaros saquean la tierra e intentan sorprender a pueblos y colinas que no se preocupan, para luego derretirse en colinas o pantanos.
-La expansi�n o decadencia del sistema de defensa naval de la costa sajona para contrarrestar a los asaltantes mar�timos.
-Aut�ntica doctrina militar tardo-romana - una poderosa pero dif�cil de reemplazar caballer�a rastreando a los grupos atacantes antes de que puedan volver con su bot�n a casa.
-Sistema de combate matizado que representa las cualidades y t�cticas de la tropa.
-Torres fortificadas que deben ser asaltadas, asediadas o reconstruidas para ganar control pol�tico regional.
-Guerras civiles, golpes de estado, cambios religiosos y asimilaci�n cultural.
-Movimientos poblacionales a lo largo de las generaciones, por buena administraci�n, estragos de los b�rbaros o cambios clim�ticos.
-Eventos de �poca que van desde usurpaciones romanas en el continente hasta represalias masivas contra patriarcas b�rbaros.
-Un mazo de 83 cartas con un magn�fico arte original.
-Escenarios cortos, medios y largos
-Soporte para solitario, 2 jugadores, 3 y 4 jugadores.

�Ellos, movidos, en la medida de lo posible para la naturaleza humana, por el relato de tal tragedia, hacen que la velocidad, como el vuelo de las �guilas, sea inesperada en los r�pidos movimientos de la caballer�a en tierra y de los marineros por mar; al poco tiempo clavan sus espadas terribles en los cuellos de los enemigos; la masacre que infligen debe ser comparada con la ca�da de las hojas a la hora fijada, como un torrente de monta�a, hinchada.�

Gildas (De Excidio Britanniae, Parte I. 17)

Cada facci�n de Pendragon aporta capacidades y retos espec�ficos:

El Dux representa el ej�rcito romano original de Britannia: con las unidades m�s poderosas del juego y una red de fuertes fortalezas asentadas en la isla y comunicadas por caminos eficientes, debes esforzarte por preservar la estabilidad y prosperidad de las provincias y castigar a cualquier intruso que se atreva a desafiar la paz. Si usted puede construir su prestigio y mantener el orden, puede ser capaz de mantener la isla en el Imperio, o al menos unidos en un nuevo poder post-romano. Puedes confiar en la milicia civil para que te asista, pero -como tu incomparable caballer�a disminuye- debes recurrir a la tradicional oferta romana a los b�rbaros de la tierra para servir en tus fuerzas como Foederati. A medida que la decadencia de las instituciones conspira con la intriga de civiles indefensos y el saqueo de inquietos b�rbaros, es posible que descubras que el sue�o del Imperio est� muerto. Si es as�, con tu alguna vez orgulloso Ej�rcito convertido en poco m�s que otro grupo de se�ores de la guerra, todav�a puedes esforzarte por labrarte el reino m�s poderoso junto a tus nuevos rivales.

Los Civitates representan la aristocracia romanizada que gobierna las antiguas tribus celtas de villas suntuosas y pr�speras ciudades romanas, irrit�ndose bajo la autoridad (y los impuestos) distantes de Roma, desconfiando del ej�rcito inculto y semi-b�rbaro, y anhelando resolver cuentas centenarias con sus vecinos. Cuando la tormenta b�rbara caiga sobre su isla, puede que usted no est� preparado para enfrentar -material o culturalmente- y que se le presente una opci�n fundamental: esforzarse por proteger sus tierras, riquezas y forma de vida a trav�s del despreciado ej�rcito y las inseguras comodidades romanas para enfrentarse al desaf�o b�rbaro militar, o culturalmente a trav�s de un retorno a las tradiciones celtas.

Los sajones representan a varios grupos germ�nicos, incluidos los anglos, frisios y francos que acosaban, se asentaron y finalmente tomaron las hileras de Gran Breta�a. Como forasteros, os enfrent�is a un gran desaf�o para llegar a tierra contra el poder�o del ej�rcito y la armada romanos. Arrasar�s la econom�a provincial para debilitar la capacidad de los brit�nicos para librar una guerra, y ver�s a algunos de tus mejores guerreros servir como Foederati (a menudo contra ti mismo), pero reconoce que cuantos m�s sajones vivan en la isla - cualquiera que sea su pagador - m�s oportunidades para avanzar tu naci�n. Eventualmente, usted debe asegurar los puntos de apoyo, tal vez en los pantanos pantanosos de la costa oriental que se asemejan tanto a sus tierras natales, a fin de ejercer su considerable potencial militar y desafiar a los viejos amos de estas ricas tierras para crear Inglaterra.

Los escoceses, llamados as� por los grupos merodeadores de invasores irlandeses, tambi�n representan a los celtas nativos de la isla de Gran Breta�a que se diferenciaron de los Civitates romanizados por permanecer verdaderos (o revertirse) a las viejas costumbres. A menudo, la frontera entre los dos grupos era porosa... El grupo m�s grande de este tipo finalmente form� la naci�n norte�a de los Pictos, antepasados de la Escocia moderna. Como los escoceses, ven la desintegraci�n de la Gran Breta�a romana como una oportunidad no tanto de expandirse como de aprovechar las riquezas y el renombre para afirmarse en casa. Asalte sin cesar, sorprenda y saquee a las comunidades mal protegidas, secuestren para pedir rescate y demuestre su destreza militar contra sus desafortunados vecinos a trav�s del Mar de Irlanda y el istmo de Forth-Clyde... Luego establezca bases estrat�gicas a lo largo de las costas enemigas y pida a las tribus locales de las colinas que rechacen la autoridad post-romana. �Pero ten en cuenta que tus propios avances pueden limitar tu capacidad de lidiar con nuevas fuentes de poder en la isla!

"Los reyes fueron ungidos, no en el nombre de Dios, sino los que sobrepasaron a otros en crueldad, y poco despu�s fueron ejecutados por los hombres que los ungieron, sin ninguna indagaci�n en cuanto a la verdad, porque otros m�s crueles hab�an sido elegidos. Sin embargo, si alguno de ellos pareciera ser de una disposici�n m�s leve, y hasta cierto punto m�s apegado a la verdad, se volvi� contra �l sin respeto al odio y a los dardos de todos, como si fuera el subversivo de Gran Breta�a;[...]"".

Gildas (De Excidio Britanniae, Parte I. 21)

As� que como Gran Breta�a, la Isla del Poderoso, est� envuelta en el estruendo de espadas y lanzas y el humo acre del paja ardiente, �te unir�s a las manadas de lobos que se regocijan en el una vez orgulloso Imperio, o alzaras los estandartes del Drag�n de la Pen Ddraig, el Jefe Drag�n, se�or de las batallas de los brit�nicos, para tratar de preservar las tierras y riquezas de tu pueblo?


Componentes:
Tablero de juego montado de 22 "x 34
Una baraja de 83 cartas
M�s de 300 piezas de madera rojas, azules oscuras, azules claras, negras, verdes y doradas
6 peones de madera grises y 6 blancos
4 hojas desplegables de ayuda para jugadores Faction
2 hojas plegables de ayuda a las facciones para no jugadores
2 Secuencia de hojas de ayuda para el juego y la batalla
Una hoja de marcadores
Reglamento
Libro de jugadas
4 dados de 6 caras y 3 de 4 caras

Jugadores: 1-4 (incluye sistema completo de solitario)

Mapa: Movimiento de �rea

Calendario: unos 15 a�os por campa�a entre las cartas de �poca



Dise�ador: Marc Gouyon-Rety

Desarrollador y creador de la serie: Volko Ruhnke